Noticias Internacionales

miércoles, 17 de agosto de 2011

"Un corredor de 80 km que no lleva a ningún lado"

Recientemente mi padre ha desempolvado unos viejos juegos de estatregia sobre tablero. Hacía años que no jugabamos y hemos decidido poner remedio a ello. Nos hemos decantado por uno de los juegos que recoge la mayor operación aerotransportada de la Segunda Guerra Mundial y que se convirtió en un desastre para los Aliados. El episodio es bastante conocido aunque no se estudie en las escuelas. Se han escrito diversos libros y hay una película con reparto espectacular aunque relativamente aceptable. Os pongo en situación:
  
Septiembre de 1944. Los alemanes retroceden ante el impetú aliado. Han sido expulsado de Francia y de Bélgica y establecen una de sus lineas defensivas en Holanda. Si cae, los Aliados tendrán acceso al Ruhr, una de las zonas mas industrializadas de Alemania. Sin la capacidad industrial de esta región, el III Reich se verá obligado a capitular. En este contexto, el Mariscal británico Montgomery decide llevar a cabo una audaz operación denominada "Market Garden" que combine el uso de unidades aerotransportadas (cerca de 35.000 hombres) con terrestres. El objetivo era lograr dominar la carretera que corría entre Eindhoven, Nimega y Arnhem. Si se controlaba, los Aliados podrían acceder al Ruhr. La idea, a grandes rasgos, era emplear a los paracaidistas para asegurar los diversos puentes sobre los distintos ríos que cruzan el paisaje holandés. De esa manera, las unidades blindadas terrestres podrían avanzar rápidamente sin necesidad de construir nuevos puentes y, antes de que los alemanes se dieran cuenta, los Aliados estarían a las puertas de Alemania. Esa era al menos la teoría. La práctica resultó desastrosa.


Los Aliados lanzaron a casí 35.000 hombres en paracaídas para lograr controlar esos puentes. Los hombres de la 101ª División Aerotransportada de EE.UU. apenas encontraron resistencia pero los de la 82ª División Arotransportada tuvieron que hacer frente a una enconada resistencia alemana. Sin embargo, la peor parte se la llevó la 1ª División Aerotransportada británica que fué lanzada cerca de Arnhem. Nunca lograron controlar el puente en su totalidad y tuvieron que enfrentarse a un feroz contraataque aleman. Los servicios de inteligencia aliados habían subestimado la capacidad de combate de los alemanes y desconocían la presencia de reconstruidas unidades blindadas de las SS.

El XXX Ejército británico, el elemento terrestre que debía de relevar a los paracaídistas en su avance a través de la ruta, tuvo que progresar lentamente por una estrecha carretera sometida a ataques del enemigo. Nunca llegaron a Arnhem. Los 10.000 hombres de la 1ª División británica trataron de ser auxiliados por los paracaidistas de la Brigada Independiente Polaca pero estos aterrizaron, bien sobre unidades enemigas, bien al otro lado del río donde se parapetaban los británicos. Tras nueve días, el XXX Ejército llegó al puente de Arnhem pero fué incapaz de cruzarlo. En una situación desesperada, se ordenó a los pocos integrantes de la 1ª División británica que se retiraran. 10.00 hombres llegaron a Arnhem y solo dos mil volvían. Ocho mil fueron hechos prisioneros o muertos por las fuerzas alemanas. En total los Aliados tuvieron unas dieciseis mil perdidas (en su mayoría unidades de élite) frente a trece mil de los alemanes. Y todo para qué, como dijo el historiador estadounidense John Warren, los Aliados lograran "un corredor de 80 km que no lleva a ningún lado". Sin Arnhem, el camino al Ruhr estaba cerrado. Montgomery lo calífico como una "operación exitosa" en tanto se había conseguido el 90% de los objetivos. A este respecto, el Príncipe Bernardo de los Países Bajos afirmó que "Nunca más podrá mi país darse el lujo de sufrir otro de los éxitos de Montgomery".

Arriesgar en semejante operación a mas de tres divisiones aerotransportadas en un plan que requería una ejecución perfecta, era hacer una apuesta demasiado fuerte. Montgomery casí olvido la presencia de un enemigo que suponía huiría a las primeras de cambio. Cuando los planes se empezaron a torcer, a los Aliados apenas les quedó margen de maniobra para reaccionar. Supongo que si hubiera salido bién, la operación hubiera sido muy alabada. Sin embargo, ¿realmente había probabilidades de que tuviera éxito? Tal vez encuentre la respuesta en la partida que estoy desarollando contra mi padre jejeje. 

Como cierre de este post dejó esta escena que me hizo gracia de la película "Un puente lejano" de 1977. En ella, soldados de la 101ª División Aerotransportada de Estados Unidos tratan de tomar el puente de Son. ¿Un buen ejemplo de la dificultad de la misión?



Para saber más: 





martes, 9 de agosto de 2011

El "outsider" que sobrevivió a Milosevic

Voy a tratar de ponernos en situación. El 24 de Marzo de 1999 la OTAN comienza el ataque contra la Yugoslavia de Slodoban Milosevic. La operación tiene como objetivo frenar la represión que sobre la minoría albano-kosovar ejercen las fuerzas serbias de Milosevic. En esos momentos, tras la desmembración de la Ex-Yugoslavia, la nueva República Federal de Yugoslavia esta conformada por dos entidades federadas que son Serbia y Montenegro. Supuestamente hay una determinada igualdad política entre ambas pero la realidad es que el abrumador peso demográfico de los serbios hace que el presidente federal, Slodoban Milosevic, actue en la práctica como el máximo poder de toda la Federación frente a otros poderes o derechos constitucionales. Dentro de la entidad de Serbia, existe Kosovo, una provincia cuya autonomía se ha visto recortada continuamente frente al poder central de Belgrado. Esta poblada principalmente por una población musulmana de origen albanés que convive con serbios de religión ortodoxa. Tras una década de retrocesos en la autonomía kosovar y en los derechos de los albano-kosovares, la situación se radicaliza con el surgimiento de una resistencia armada encabezada por el PKK que es respondida con una cruel represión por parte de las fuerzas serbias. Unidades policiales especiales, paramilitares y militares desarrollaron una serie de operaciones en la que murieron o desaparecieron decenas de albano-kosovares y fueron expulsados de sus casas miles de ellos.

Las columnas de refugiados recordaron a los europeos las imagenes vistas apenas un lustro antes ya fuera en Bosnia-Herzegovina o Croacia. Nuevamente la expresión "limpieza étnica" volvía a estar en los titulares de prensa. En este contexto, la OTAN decidió intervenir decidicamente. Sin embargo, la inicial campaña de bombardeos aereos no solo no impidió la continuación de la represión serbia sino que, además, esta se incrementó. Cientos de columnas de refugiados abandonaban la conflictiva provincia para buscar asilo en Albania o en Macedonia. Sin embargo, también hubo muchos que buscaron refugio en Montenegro, dentro de la propia Federación Yugoslava y, teóricamente entonces, al alcance de las fuerzas de Milosevic.

El presidente de dicha entidad yugoslava lo tuvo claro: Ordenó que las fuerzas de la policia especial montenegrina protegieran a los refugiados plantando cara a las ordenes que emanaban del todopoderoso Milosevic. No era la primera vez que había un enfrentamiento entre ambos ni tampoco iba a ser el último. Milo Djukanovic ya había demostrado su oposición al régimen presidencialista que desde Belgrado estaba cosntruyendo Milosevic y que iba en beneficio de la mayoría serbia frente a otras minorías como la montenegrina. Había intentado, antes del conflicto de Kosovo, tender lazos con la Comunidad Internacional tratando de aprovechar el deterioro de la imagen de Milosevic. La intervención de la OTAN le permitió iniciar su ascenso internacional que le abriría las puertas de las principales cancillerías occidentales. 

 Djukanovic y Milosevic en un encuentro durante los años 90.

Djukanovic criticó las acciones de Milosevic y no condenó los bombardeos de la OTAN al tiempo que ordenaba a sus fuerzas policiales que mantuvieran el orden en Montenegro e impidieran la acción de las fuerzas federales en el territorio. La OTAN, tratando de apoyar a su nuevo aliado, limito sus acciones ofensivas en Montenegro y suministro financiación y pertrechos a las fuerzas leales a Djukanovic. Intensos fueron los rumores acerca de un golpe de estado propiciado desde Belgrado que defenestrará al "outsider" Djukanovic. Sin embargo, parece ser que Slodoban Milosevic no estuvo en disposición de abrir un segundo frente en su conflicto con Occidente. La guerra terminó y el régimen del sátrapa serbio cayó en el año 2000. Era el momento para Djukanovic de recoger los frutos.

 Djukanovic con el español Javier Solana cuando era Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de la Unión Europea.

 Djukanovic con Obama en una visita oficial a Estados Unidos.

Con tan solo 29 años había sido elegido en el convulso 1991 primer ministro de Montenegro. Ahora, siendo presidente montenegrino desde 1997, era el momento que reconducir las relaciones con la vecina serbia. Tras unos años de acuerdo auspiciado por la UE basado en una relación confederal con Serbia, en 2006 un referendum propició la declaración de independencia montenegrina.

Sus seguidores afirman que es el gran líder de la nueva Montenegro. Que gracias a él Montenegro esta en disposición de acceder a la UE y a la OTAN en base a su desarrollo económico, político y social. Sin embargo, susdetractores lo acusan de tener una relación demasiado estrecha con las "grandes familias" del crimen organizado y que ha utilizado las estructuras del Estado al servicio de sus ambiciones. De hecho, la fiscalía italiana investigó su papel en los años 90 en el contrabando de tábaco. Tengan razón unos u otros, lo cierto es que el 22 de Diciembre de 2010 dimitió del cargo de primer ministro (que es quién realmente tiene ahora el poder ejecutivo en la nueva república). Algunos dicen que la UE presionó para un relevo generacional ante los nuevos retos que se planteaban y ante el escaso resultado en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado. 

Lo cierto es que Djukanovic siempre se ha considerado un "outsider" que no tenía porque seguir las directrices marcadas por otros y así lo ha demostrado constantemente. Es dificil creer que, con apenas 49 años y siendo un superviviente nato de los convulsos años 90 de los Balcanes, Djukanovic halla optado por retirarse definitivamente de la política. Ya se apunta a que seguirá siendo quien mueva los hilos de una Montenegro donde la oposición esta fragmentada y parece incapaz de ofrecer una alternativa viable.


Para saber más:





jueves, 4 de agosto de 2011

Mubarak: ¡Quién te ha visto y quién te ve!

En estos días ha empezado el juicio contra el ex-mandatario egipcio Mubarak. Vista la importancia que ha tenido su figura en Oriente Medio, le quiero dedicar al menos unas lineas. Hoy lo conocemos como un sátrapa tumbado en una camilla al que delante del tribunal que se le acusa de asesinato, conspiración, robo y no se cuantas tropelías mas.

Sin embargo, no siempre era visto así. Como Vicepresidente de la República Árabe de Egipto se encontraba en la misma tribuna donde fue asesinado el anterior presidente Anwar el-Sadat en 1981. Ascendido rápidamente a la cúpula del Estado, de sus primeras medidas fue la proclamación del "Ley de Emergencia", una especie de situación especial donde los derechos constitucionales, civiles y humanos podían ser vulnerados en salvaguarda de la seguridad nacional. Lo que debía ser una medida transitoria se convirtió en el emblema de de sus sucesivos mandatos. Apodado el "rais", Mubarak encadeno sucesivos mandatos presidenciales gracias a un sistema electoral que le beneficiaba pero, también, gracias a unas redes clientelares que se extendían por gran parte de la sociedad.
Con un gobierno fuerte, Mubarak fue capaz de firmar importantes acuerdos con la UE, mantener a raya al terrorismo, mediar en el conflicto árabe-israelí, impulsar el papel de la mujer en Egipto,... Sin duda, los libros de historia hablaran de muchos de sus logros. Sin embargo, una sencilla visita a Egipto nos hubiera permitido comprobar que también hubo errores. Dejando a un lado las acusaciones de asesinato y robo, las medidas emprendidas por Mubarak parecieron solo beneficiar a unos pocos. Las grandes obras faraónicas como el Valle de Toshka se convirtieron en un hervidero de malversación de fondos públicos. Ante la crisis económica existente, con una tasa de paro elevada (especialmente entre los jóvenes) y un sinfin de circunstancias, en Febrero pasado, una ola de protestas, le obligó a dimitir de su cargo (aunque creo mas bién que el Ejército lo dejo caer). El resto es historia.

Mubarak es uno de esos dirigentes que acumuló un gran poder y que, creo, podría haber transformado, para bien, al país y la sociedad. Las inversiones extranjeras se multiplicaron durante su mandato, era recibido con honores alla donde iba, la industria del gas egipcia estaba despegando,... Sin embargo, desperdició su oportunidad y ahora es juzgado junto con dos de sus hijos. 

Como cierre temporal a su figura quiero recordar la polémica ocurrida en Septiembre de 2010 durante una reunión en Washington entre israelís y palestinos con la mediación de EE.UU., Jordania y Egipto. Una de las fotografías del encuentro que se distribuyeron fué trucada por el progubernamental diario Al Ahram para situar a Mubarak al frente de la comitiva cuando en realidad ocupaba un plano secundario.
El trucaje, grotesto donde los halla, puede representar simplificadamente la idiosincrasia del régimen establecido por Mubarak. En lugar de centrarse en los elementos importantes (presencia en una reunión internacional de alto nivel donde aportar un poco de paz a Oriente Media), se centró en detalles secundarios y, en ocasiones, lesivos para los anteriores. Así, en lugar de velar por el desarrollo económico, social y político de Egipto, Mubarak se centró en otros aspectos menos altruistas y mas personales. Tanto tuvo y nada tiene ya. Una pena. 



Para saber más:

Protestas de Egipto en 2011

 Video del asesinato de Anwar el-Sadat a manos de miembros de los Hermanos Musulmanes. En él se observa a Mubarak cuando era Vicepresidente.