Voy a tratar de ponernos en situación. El 24 de Marzo de 1999 la OTAN comienza el ataque contra la Yugoslavia de Slodoban Milosevic. La operación tiene como objetivo frenar la represión que sobre la minoría albano-kosovar ejercen las fuerzas serbias de Milosevic. En esos momentos, tras la desmembración de la Ex-Yugoslavia, la nueva República Federal de Yugoslavia esta conformada por dos entidades federadas que son Serbia y Montenegro. Supuestamente hay una determinada igualdad política entre ambas pero la realidad es que el abrumador peso demográfico de los serbios hace que el presidente federal, Slodoban Milosevic, actue en la práctica como el máximo poder de toda la Federación frente a otros poderes o derechos constitucionales. Dentro de la entidad de Serbia, existe Kosovo, una provincia cuya autonomía se ha visto recortada continuamente frente al poder central de Belgrado. Esta poblada principalmente por una población musulmana de origen albanés que convive con serbios de religión ortodoxa. Tras una década de retrocesos en la autonomía kosovar y en los derechos de los albano-kosovares, la situación se radicaliza con el surgimiento de una resistencia armada encabezada por el PKK que es respondida con una cruel represión por parte de las fuerzas serbias. Unidades policiales especiales, paramilitares y militares desarrollaron una serie de operaciones en la que murieron o desaparecieron decenas de albano-kosovares y fueron expulsados de sus casas miles de ellos.
Las columnas de refugiados recordaron a los europeos las imagenes vistas apenas un lustro antes ya fuera en Bosnia-Herzegovina o Croacia. Nuevamente la expresión "limpieza étnica" volvía a estar en los titulares de prensa. En este contexto, la OTAN decidió intervenir decidicamente. Sin embargo, la inicial campaña de bombardeos aereos no solo no impidió la continuación de la represión serbia sino que, además, esta se incrementó. Cientos de columnas de refugiados abandonaban la conflictiva provincia para buscar asilo en Albania o en Macedonia. Sin embargo, también hubo muchos que buscaron refugio en Montenegro, dentro de la propia Federación Yugoslava y, teóricamente entonces, al alcance de las fuerzas de Milosevic.
El presidente de dicha entidad yugoslava lo tuvo claro: Ordenó que las fuerzas de la policia especial montenegrina protegieran a los refugiados plantando cara a las ordenes que emanaban del todopoderoso Milosevic. No era la primera vez que había un enfrentamiento entre ambos ni tampoco iba a ser el último. Milo Djukanovic ya había demostrado su oposición al régimen presidencialista que desde Belgrado estaba cosntruyendo Milosevic y que iba en beneficio de la mayoría serbia frente a otras minorías como la montenegrina. Había intentado, antes del conflicto de Kosovo, tender lazos con la Comunidad Internacional tratando de aprovechar el deterioro de la imagen de Milosevic. La intervención de la OTAN le permitió iniciar su ascenso internacional que le abriría las puertas de las principales cancillerías occidentales.
Djukanovic y Milosevic en un encuentro durante los años 90.
Djukanovic criticó las acciones de Milosevic y no condenó los bombardeos de la OTAN al tiempo que ordenaba a sus fuerzas policiales que mantuvieran el orden en Montenegro e impidieran la acción de las fuerzas federales en el territorio. La OTAN, tratando de apoyar a su nuevo aliado, limito sus acciones ofensivas en Montenegro y suministro financiación y pertrechos a las fuerzas leales a Djukanovic. Intensos fueron los rumores acerca de un golpe de estado propiciado desde Belgrado que defenestrará al "outsider" Djukanovic. Sin embargo, parece ser que Slodoban Milosevic no estuvo en disposición de abrir un segundo frente en su conflicto con Occidente. La guerra terminó y el régimen del sátrapa serbio cayó en el año 2000. Era el momento para Djukanovic de recoger los frutos.
Djukanovic con el español Javier Solana cuando era Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de la Unión Europea.
Djukanovic con Obama en una visita oficial a Estados Unidos.
Con tan solo 29 años había sido elegido en el convulso 1991 primer ministro de Montenegro. Ahora, siendo presidente montenegrino desde 1997, era el momento que reconducir las relaciones con la vecina serbia. Tras unos años de acuerdo auspiciado por la UE basado en una relación confederal con Serbia, en 2006 un referendum propició la declaración de independencia montenegrina.
Sus seguidores afirman que es el gran líder de la nueva Montenegro. Que gracias a él Montenegro esta en disposición de acceder a la UE y a la OTAN en base a su desarrollo económico, político y social. Sin embargo, susdetractores lo acusan de tener una relación demasiado estrecha con las "grandes familias" del crimen organizado y que ha utilizado las estructuras del Estado al servicio de sus ambiciones. De hecho, la fiscalía italiana investigó su papel en los años 90 en el contrabando de tábaco. Tengan razón unos u otros, lo cierto es que el 22 de Diciembre de 2010 dimitió del cargo de primer ministro (que es quién realmente tiene ahora el poder ejecutivo en la nueva república). Algunos dicen que la UE presionó para un relevo generacional ante los nuevos retos que se planteaban y ante el escaso resultado en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
Lo cierto es que Djukanovic siempre se ha considerado un "outsider" que no tenía porque seguir las directrices marcadas por otros y así lo ha demostrado constantemente. Es dificil creer que, con apenas 49 años y siendo un superviviente nato de los convulsos años 90 de los Balcanes, Djukanovic halla optado por retirarse definitivamente de la política. Ya se apunta a que seguirá siendo quien mueva los hilos de una Montenegro donde la oposición esta fragmentada y parece incapaz de ofrecer una alternativa viable.
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